El que se acuesta
al relente
y ahí se quea
dormío,
de su cuerpo
dolorío
se va quejando a
la gente.
Lo tiene una novia
mía
el traje de
marinero
y dice que si lo
quiero
pase por la
vicaría.
Espero que me
llegue
con la marea
unas letrillas
tuyas
pa´ que las lea.
Hay que hacerle un
monumento
en medio de la
bahía
y cante la mar
bravía
que “Camarón” no
sea muerto.
La espuma de las
olas
de mar adentro
parece una
mantilla
que mueve el
viento.
Francisco Urrutia Fernández
Mención honorífica Antonio
Murciano
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