MALAGUEÑAS DE CHACÓN Y MANUEL TORRE



Yo creí que me moría
solo y sin calor de nadie.
Cuando llegó mi agonía
tú vendrías a buscarme,
¡qué buena estrella la mía!

Por ver si yo la olvidaba,
a la iglesia fui a pedirle.
A mí se me rompió el alma
viendo cómo aquella virgen
tenía su misma cara.

No puedo con el castigo,
desde que tú me dejaste
a Dios le rezo y le pido
que la muerte a mí me mande
para encontrarme contigo.

Sintiéndose malherida,
ni la alondra entre la breña
lloró pena más sentida
que tuve en la noche aquella
cuando mi mare moría.

Máximo López Jiménez
Finalista 2014

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