Sólo el ciego ve la luz,
los demás van deslumbraos;
de la cuna al ataúd
andamos todos cegaos.
Tanto doy al pensamiento
al pensar en lo fui,
que me olvido de quien soy
y hacia donde quiero ir.
Que le canten a la rosa,
el jazmín y los claveles
que mi copla es para el hombre
y la hería que
me duele.
Tengo un pleito permanente
entre el sueño y la razón;
el sueño dice: adelante,
la razón: piénsatelo.
En una lágrima caben
los misterios de la vía,
hay dolor, pena y quebranto
regocijos y alegrías.
Isabel Gutiérrez Pascual
Finalista
No hay comentarios:
Publicar un comentario