(Soleá a Dulce Chacón
Porque avienta la palabra
Porque siembra y porque labra
Las tierras del corazón)
La voz dormida contigo
Creyó despertar mujer
Y habló con verdad de trigo
De llanto al amanecer.
Tu verbo, flor de memoria
Haciendo crujir los huesos
Del letargo de la historia.
Pero algún hado maldito
Esparció negra cizaña
Por esos campos de España
Donde gime aún el grito
Mi soleá, fiel campana
Clama con sangre caliente
Vuelve Dulce entre tu gente
Torna en pan de la mañana.
Cal de pueblo, tu voz clara
Sueña en paz alegre día
Para abrirse en flor de jara.
Francisco Rueda Algaba
Premio Rafael Alberti 2015
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