Un barco que deja el
puerto,
una sombra del
pasado,
un sueño del que
despierto,
un fuego que se ha
apagado,
un amor que ya se ha
muerto.
Un mes de abril por
la tarde
me dieron el primer
beso
en el banquito de un
parque,
ahora me acuerdo de
eso
y nunca voy a
olvidarme.
Te quise ya no te
quiero,
sonrío cuando lo
digo,
para ti solo fui un
juego
y ni yo mismo me
explico
como pude estar tan
ciego.
Espadañas del
convento,
Plaza de Santa
Isabel,
dulces guardianes
del tiempo,
donde regreso a
beber
de la fuente del
recuerdo.
Rafael Domínguez Villa
Finalista 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario