Regálame una sonrisa
que me alegre el corazón
debajo de la camisa.
Quién fuera cinta en tu pelo,
la esclava de tu muñeca
o gargantilla en tu cuello.
El sol le dijo a la luna:
por mí brillas en la noche
más preciosa que ninguna.
Quién fuera metro de sastre
pa’ tomarte noche y día
las medidas de tu talle.
No me mires, que me enciendo,
y, a pesar de tanta luz,
se me nubla el pensamiento.
Si no hay luz en tu ventana,
pa’ qué tirarte chinitas:
tendré que volver mañana.
Juan Molina Guerra
Sones del mediodía
Sones del mediodía
Finalista 2016
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