Qué injusticia tan grande
la que lleva mi cantar:
tras los barrotes metío
porque grité «¡libertá!».
Menos pesa el cautiverio,
los grillos, y las caenas,
que vé a mi mare llorando
muertecita de la pena.
¡Carcelero! ¡Carcelero!
De hoy no paso, que hoy me muero.
Anda, ve y dile a mis niños
lo mucho que yo los quiero.
No importa ser inocente,
un ladrón o un criminal:
si yo no fuera tan probe
no estaría en un penal...
Y como es verdad
esto que yo digo,
me tienen a mí encerraíto
y no me quieren sacá.
Nolo Ruiz Fernández
Premio Rafael Alberti 2019
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