SOLEARES CORTAS




No me retengas, chiquilla,
que no me quiero morir
sin haber visto Sevilla.


En mayo era, por mayo,
cuando te vieron huir
a la grupa de un caballo.

Un puñal que me clavaran
no me podría herir más
que me hieren tus palabras.


No por mucho madrugar
conseguí beber primero
el vino de tu lagar.


Por más que te cortejaba,
le viniste a dar a otro
lo que yo más deseaba.


¿Cómo conseguir en vida
que deje de atormentarme
este rayo que me habita?

Juan Molina Guerra 
Sones del mediodía 
Finalista 2016

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