En sus lágrimas mojé
Mis dedos por su carita
Y en la puerta de la ermita
Con ellos me santigüe
Que no hay agua más bendita.
Cuando el cielo lo permite
Debe ser mejor así
El sin quererte te tiene
Y yo muriendo sin ti
Dios sabrá lo que conviene.
De Cayetano Muriel
Y lloré porque no veía
Ciego soy de nacimiento
Quise ver por un momento
A la pobre madre mía
Que se me estaba muriendo.
Del Gloria
Y que puedes saber tú
Lo que es querer y no querer
Si el que te quiso de veras
Loco está de padecer
Y no te acuerdas siquiera.
Pedro Reche Cala
Premio Rafael Alberti 2017
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