Vengo de Las Callejuelas
cargaito e dolor.
En la fragua de Los Monje
m’e
rajao el
camisón.
La
noche se fue tejiendo
con
hebras de sangre el alba;
quedó
la mañana azul,
de
sangre y luto bordada.
La
bicha clavó el puñal
en
las más hondas entrañas
y,
a oscuras, quedó la luz
que
al cante jondo alumbraba.
Caballos
de negras crines
galopan
de madrugada,
a
los puntos cardinales
llevan
la muerte anunciada.
De
nieve quedó la sangre
del
pecho de las guitarras
y
se anegaron de llanto
las
candelas de las fraguas.
La
Isla de manto negro.
De
negro luto, las almas.
La
media luna prendida
en
el cielo lo velaba.
Bajo
la piedra quedaron la media y la estrella
¡Rubio
Sol de los gitanos,
en
qué oscuridad nos dejas!
Paulino Cubero Vallez
Ausencias
Ausencias
Premio
Federico García Lorca 2017
Premio especial José
Monje Cruz
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