yo me sentaba
recontando las penas
de la jornada.
Cuantas fatigas
se pasan en el campo
con las olivas.
Que largos son los días
cuando te espero
y que cortas las noches
cuando te tengo.
Que pena madre
que las noches no fueran
interminables.
Me dices que te olvide
que no me quieres
y yo podré dejarte
pero olvidarte nó
porque el amor no muere.
Manuel Barragán Mateos
Mención honorífica Antonio Murciano 2019
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