TONÁ

(Ay, ay…)

Del barro al hombre Dios hizo,
de la arcilla a la mujer,
del barro vive la tierra
donde yo vine a nacer.

Agua y fuego se entreveran
para que nazca una pieza,
y el alfarero en sus manos
con su recuerdo se queda.

Por tonás hoy yo les canto
a las gentes de este oficio,
testigos fueron mis ojos
de su inmenso sacrificio.

El torno calla, y la rueda,
cuando muere un alfarero,
su cuerpo vuelve a servir
de barro para su suelo.

Al hombre y a la mujer
del barro Dios mismo hizo,
y a la tierra han de volver.


Francisco Antonio Linares Lucena
Finalista 2019

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