Por las riberas del aire
se desangran los suspiros,
mientras la luna se oculta
entre los chopos del río,
y los pájaros, del alba,
dejan de emitir sus trinos.
La Vela suena que suena
con un amargo sonido
y la veleta, sin viento,
no puede girar su giro.
Se estremece el olivar,
al ser del crimen testigo,
y la Fuente de las Lágrimas
llora en silencio su grito…,
que en esta noche de agosto
hasta enmudecen los grillos.
¡Callad, que no se despierte!,
que el poeta se ha dormido
sobre el verdor de la yerba
entre sábanas de lirios!
Carmen Aguirre Requena
Premio Federico García Lorca 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario