MALAGUEÑA

Por senderos y caminos 
yo llevo una cruz encima 
solito con mis duquelas 
y sin ninguna alegría, 
se murió mi compañera. 

Desde que tú me has dejao 
tengo yo mi corazón 
tan negro como el carbón 
y en llama viva enredao, 
que no siento ni el doló. 

Parece alegre el jilguero 
mientras en su jaula canta, 
pero no conoce el cielo 
ni ramito de biznaga 
ni la libertad del vuelo. 

Ni los lirios más hermosos 
ni la alondra y sus cantares 
pueden hacerme dichoso: 
desde que murió mi mare 
no encuentro consuelo en nadie. 
Florencio Luque Alonso
Premio Rafael Alberti 2023

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