SOLEARES

 

¡Líbreme Dios de esa gente, 

de esas que tienen dos caras! 

Que te halagan por delante 

y por detrás te apuñalan. 


Del camino caminantes,

somos un punto en la vida

y al final punto y aparte. 


Ojalá fuese la muerte 

el principio de otra vida 

que perdure eternamente 


Al mirarme en tu mirada 

toíto el color del cielo 

en mis ojos se adentraba 


Por la senda del destino 

vamos a ninguna parte: 

tú solita y yo conmigo. 


Corazoncillo no llores, 

que no nos escuche nadie, 

que cuartos al pregonero 

no tenemos porque darle. 



 Carmen Aguirre Requena 

Premio Federico García Lorca 2020


No hay comentarios:

Publicar un comentario